divendres, 28 de gener del 2011

MACARRONES GRATINADOS. HISTORIAS DE LA VANGUARDIA 1985

MACARRONES
Siempre creí , con los más graves autores, que los macarrones nacieron en Sicilia en el siglo XIII y que se aprendió a secar la pasta en Gragnano, cerca de Nápoles. pero a raíz de la publicación de la "Storia dei Maccheroni", de Alberto Consiglio (Roma, 1959), tuve que cambiar mis ideas. Este autor napolitano nos trajo nuevas precisiones. La pasta, según él, viene de China, pues parece ser que en algún libro de cocina china se habla de pasta  principios de la era cristiana. En el primer milenio existe ya la pasta en Persia. Adelanta Consiglio que de las suntuosas cocinas persas pasaron a los árabes y que con los árabes, a través de Sicilia, entraron en el occidente Cristiano. En el  Palermo árabe de Ibn Gubair se encuentran los dos más antiguos y venerados textos sobre macarrones . Hemos de aceptar que si los italianos dicen que no fueron ellos los inventores, realmente no lo fueron. su honradez está por encima del honor nacional.
Los macarrones, y con ellos la pasta "asciutta", llegaron a Francia con los cocineros de la reina Catalina de Médicis en el siglo XVI. Y a España con nuestras guerras con Italia.
Cierto es que en el levante español conocimos la pasta también, a través de los árabes. La primera referencia en castellano de los macarrones  la tenemos en el teatro de Bartolomé Torres Naharro (1517), en  una  de sus comedias romanas, "La tinelaria".La pasta italiana debió ser muy apreciada en el siglo XVI y XVII, como lo era también la cocina napolitana, romana y florentina.
Pero la boga de la pasta, que en España  empezó a perderse a finales del siglo XVII, volvió ya entrado el siglo XVIII cuando Carlos III, después de reinar en Nápoles, trajo con el a cocineros napolitanos. En cambio en Cataluña y Baleares la pasta llegó mas dramáticamente. No olvidemos que los primeros fondistas que tuvieron casa de comidas en Barcelona fueron italianos y así hay platos como los canalones, como el arroz a la milanesa, como los macarrones, que la cocina catalana ha transformado y que se han convertido, en algo más de dos siglos, en platos propios y aun tradicionales. Y hablando de tradiciones, hasta hace relativamente poco en las casas particulares de Barcelona era costumbre comer pasta un día a la semana y quizás los macarrones han sido los grandes favoritos. Y como al menos yo así lo creo, me permito ofrecerles la siguiente receta de macarrones Gratinados. GASTEREA.
INGREDIENTES
1/2 kilo de macarrones
1 taza de leche
1 cebolla mediana
4 tomates
1/4 de kilo de picada de cerdo
Queso rallado Aceite
Mantequilla
PREPARACIÓN
Echar los macarrones en abundante agua hirviendo, a la que se habrá añadido la leche y un chorrito de aceite. Dejarlo cocer unos diez minutos aproximadamente, comprobando que queden "al dente". Escurrirlos y enfriarlos ligeramente pasándoles un poco de agua fría por encima. mientras hierven los macarrones se prepara un sofrito con una cebolla mediana y los tomates maduros rallados. Cuando el sofrito esté listo se le añade la carne picada con sal y pimienta previamente frita. Se mezcla todo ello con los macarrones y se pone en una fuente resistente al horno con trocitos de mantequilla y queso rallado por encima. Se gratinan hasta conseguir un hermoso tono dorado.

diumenge, 2 de gener del 2011

MADALENES DE LA HELLO KITTY, CUINA PER NENES

A LA CUINA LA MAMA A PREPARAT: MADALENES ESPECIALS PER A NENES QUE SON FANS INCUNDICIONALS DE UN PRODUCTE UNIC: HELLO KITTY.

I les nenes ven contentes, ni temps per refredar-se an tingut le pobres madelenes.

dissabte, 1 de gener del 2011

EL PRACTICON - CUINA DEL 1901



MANOS DE CERDO TRUFADAS. Un petit homenatge a la cuina del Almadroch i a la seva chef Núria Soley.

Otra fórmula típica que se me iba a quedar en el tintero, y que sin embargo es de las más salientes en la alta cocina.
Se deshuesan las manos de cerdo, ya cocidas a la Santa Menehould. Se prepara un relleno muy fino como para guarnecido interior de las aves, y se mezcla con bastante recortaduras de trufas, cocidas aparte en buen vino blanco o caldo limpio.
Se rellenan con esto las manos deshuesadas y se envuelven en hojas de redaño de cerdo o de ternera, o sea de tetilla o membrana transparente que envuelve la grasa de la res.
Después y sin perder tiempo, se empapan las manos trufadas en manteca de vaca derretida. Se panan con exceso y se les hace tomar color en la parrilla sobre fuego mortecino,a fuerza de tiempo.
También las manos de cerdo trufadas se sirven solas.
Es plato de almuerzo que pide unos cuantos sorbitos de Champagne.

Angel Muro